Desde hace 1 año nuestro día a día ha cambiado, no solo estamos mas precavidos con nuestra salud al momento de salir cuando es necesario, también nos adaptamos a un distanciamiento social, permanecer en nuestra casa el mayor tiempo posible, mucho de lo que estábamos acostumbrado ya no esta.
La cuarenta en la cual nos encontramos desde hace meses ha sido muy dura para muchas personas a nivel psicológico, el confinamiento desató una ola de ansiedad y depresión, sin diferenciar edad o status, por distinto detonantes, miles de personas quedaron desempleadas, se redujeron salarios, familiares que se fueron, pensar en un futuro incierto o el simple hecho de estar en casa con miedo a contagiarte e infectar a tus allegados.
Según estudios, los resultados arrojaron que la mujer y jóvenes menores de 23 años fueron los más afectados con ansiedad, depresión, insomnio y ataques de pánico, aunque no descarta que hombres y personas mayores de 30 pudieran haber pasado por lo mismo, en un menor porcentaje.
La presión que ha dejado la pandemia ha marcado una huella, de manera personal en cada uno, hasta el punto de afectar el bienestar mental, pero identificar estos factores ha tiempo es de importancia para tratarlos con especialistas o desde casa, ya que se ha demostrado que contar un apoyo familiar, social y profesional reducen el riesgo de padecer dichos ataques.
Distintos psicólogos recomiendan:
- No dejar a un lado el ejercicio físico: es de importancia mantener activo el cuerpo, con actividades físicas y compartir esos momentos con familiares o allegados.
- Enfocarnos en el presente: A pesar de estar que la pandemia puede generar zozobra , es necesario llevar un día a la vez y mantenerse en el presente para esto practicar meditación o ejercicios de respiración puede ser muy eficaz.
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