La humanidad está a 90 segundos del apocalipsis, según el «Reloj del Fin del Mundo»

por | Ene 24, 2024 | Actualidad, Ciencia y tecnología, Investigación y desarrollo

El «Reloj del Fin del Mundo», conocido también como «Reloj del Juicio Final» o «Reloj del Apocalipsis» (Doomsday clock, por su traducción al inglés), mantuvo a la humanidad a 90 segundos del desastre total en su más reciente ajuste, sosteniendo así el mismo tiempo que en 2023.

Este es uno de los indicadores más tétricos. Cabe mencionar que dicho reloj es metafórico, por ende no es algo literal. Aún así, sus manecillas reflejan qué tan cerca está el mundo de su autodestrucción.

Cada actualización que hace expone la evaluación del planeta frente a la catástrofe. La Junta de Ciencia y Seguridad del Boletín se reúne un par de veces cada año. Allí discuten los asuntos del mundo y en base a ello, deciden dónde colocar la manecilla del Reloj del Fin del Mundo.

En 2023, este se movió de 100 segundos a 90 segundos hasta la medianoche, siendo lo más cerca que ha estado la humanidad del apocalipsis en su historia. La razón en aquella vez fue por el estallido del conflicto Rusa-Ucrania y el riesgo del uso de armas nucleares, reseñó Muy Interesante.

Para este 2024, muchos esperaban que se iba a acercar más a la medianoche, sobre todo teniendo en cuenta la guerra entre Israel y Hamás. Además de ello, el resto de conflictos armados en todo el globo. Por fortuna, eso no ocurrió.

Existente desde 1947

Para saber desde cuándo existe el «Reloj del Fin del Mundo», hay que remontarse a junio de 1947. Para ese entonces, se introdujo la idea por primera vez durante la edición uno del Boletín.

En vista de esto, desde su creación en ese año por el Boletín de Científicos Atómicos, el reloj ha alertado al mundo de lo cerca que está de una catástrofe global. En ese indicador, la medianoche actúa como símbolo del apocalipsis.

El origen del reloj coincidió con el comienzo de la era atómica. Dicho período se caracterizó tanto por la maravilla tecnológica como por el miedo existencial. Todo esto después de que se detonaran las primeras bombas atómicas en la Segunda Guerra Mundial.

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