La cirugía de los miomas o miomectomía es una de las opciones para eliminar estos tumores benignos de forma definitiva, ya que el tratamiento farmacológico sólo permite reducir el tamaño de los mismos.
La cirugía tradicional de los miomas presenta inconvenientes, ya que el tiempo de recuperación suele ser prolongado y puede causar complicaciones, como la aparición de adherencias en el útero, ovarios, trompas de Falopio o intestino. Por otro lado, una de las técnicas quirúrgicas que se emplea es la histerectomía, que implica la extirpación parcial o total del útero.
Cortar la base de los miomas con láser
El Dr. Juan Carlos Pons @Cirumingin, especialista en Ginecología y cirugía mínimamente invasiva utiliza un láser de diodo para realizar estas intervenciones. Como explica este experto, los miomas están presentes en el 30-40 por ciento de las mujeres, aunque la mayoría de ellos no producen ningún tipo de síntoma.
“Entre el 5 y el 10 por ciento de los mismos pueden causar problemas como hemorragias e incluso infertilidad”. Pons explica que “si se observa el útero como si fuera una habitación, los miomas crecen desde la pared de la misma hacia dentro, que es donde se tiene que desarrollar el útero”.
Gracias a la técnica, el láser de diodo, “se corta la base de los miomas, es decir, se separa la base de la pared”. De este modo, añade Pons, “se consigue que queden desconectados de los vasos sanguíneos”. Al separarse de los vasos que los nutren, ya no pueden subsistir. A diferencia de la cirugía tradicional, se dejan dentro. “El organismo los reabsorbe o se van eliminando con la menstruación”.
Extracción de una pequeña muestra
Para asegurarse de que el tumor es efectivamente benigno, sólo es necesario obtener una pequeña muestra, no extraerlo todo. De esta forma, se ahorra mucho tiempo de quirófano, y su duración es de diez minutos. Por tanto, este procedimiento simplifica la intervención y permite que se realice de forma ambulatoria y sin anestesia.
Nivel de dolor “bajo”
No se usa anestesia por el nivel de dolor «Es bajo, similar al de una menstruación dolorosa, y mientras tanto se conversa con la paciente, para rebajar el estrés. Ya llevamos más de 50 intervenciones y todas han resultado exitosas”.
Este procedimiento ha permitido detectar otros problemas que se producen en el útero, como la endometriosis crónica, que es una inflamación del endometrio, y el istmocele o defecto de cicatrización a nivel de la incisión de una cesárea previa que se asocia a infertilidad. También ha ayudado a revelar nuevas clasificaciones de malformaciones uterinas como el útero dismórfico.
Para conocer de este y otros novedosos procedimientos, visita las redes sociales @Cirumingin.
Nota de prensa de Efrain Cruz.