El estadounidense Paul Alexander, quien tras sobrevivir a la poliomielitis que sufrió desde niño vivió por más de 70 años dentro de un pulmón de acero, falleció a los 78 años edad, de acuerdo a la más reciente actualización de su página en GoFundMe.
«En este tiempo, Paul fue a la universidad, se convirtió en abogado y en escritor. Su historia viajó por todas partes, influyendo positivamente en personas de todo el mundo. Paul fue un modelo increíble que seguirá siendo recordado», señala el escrito, firmado por Christopher Ulmer, quien lo entrevistó hace dos años.
En ese sentido, precisó que la comunidad pudo recopilar una importante suma de dinero para Paul. Por ende, su hermano Philip agradeció enormemente a quienes donaron fondos ya que así pudo vivir sus últimos años sin estrés.
Asimismo, precisó que el resto del dinero será para los gastos funébres, reseñó RT.
«Es absolutamente increíble leer todos los comentarios y saber que tanta gente se sintió inspirada […] Paul, te echaremos de menos, pero siempre te recordaremos. Gracias por compartir tu historia con nosotros», apuntó.
Alexander era conocido como «el hombre del pulmón de acero». Además, vivía en Dallas, Texas, al sur de Estados Unidos. En 1952 contrajo polio apenas a sus 6 años de edad, por lo que la enfermedad lo paralizó desde el cuello al resto de su humanidad baja.
También quedó incapaz de respirar de forma independiente, lo que llevó a los médicos a colocarlo en un cilindro de metal -o pulmón artificial- donde pasaría el resto de su vida.
A pesar de su discapacidad, el hombre de 78 años logró obtener una licenciatura en Derecho, ejercer la abogacía y publicar varios libros.
Para entender bien, este respirador ejercía presión sobre el tórax para obligarlo a hacer un movimiento de inspiración y espiración como si respirara de forma natural, sin embargo lejos de desanimarse por su situación tomo la determinación de vivir para cumplir todo sus más grandes sueños, «Cuando me siento solo deprimido e infeliz, esta maquina me ayuda a superarlo»
«Mis padres me criaron con amor me enseñaron a nunca rendirme, así que naturalmente yo tuve que corresponder ¿Y saben qué? tenían razón todo es posible» Paul Alexander
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