Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), son infecciones que pasan de una persona a otra durante una relación sexual (vaginal, anal u oral) y pueden producir enfermedades. Conocidas previamente como enfermedades venéreas, son causadas por virus, bacterias o parásitos.
Si tuvimos una relación sin protección, bien sea porque no la usamos o por ruptura del preservativo, es importante en primer lugar saber el estado de la pareja, es decir, si es o no VIH positivo, de lo contrario es lo primero que se debe tratar, ya que sólo disponemos de 72 horas para iniciar el tratamiento antiviral y evitar la infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana o VIH. Iniciar o no este tratamiento estará a cargo de un médico infectólogo, al cual referimos al paciente al momento de la consulta.
La Dra. Carmen Mantellini @dramantellini, Ginecobstetra explica: “Primero debemos indagar si utiliza o no un método anticonceptivo. Hay que recordar que lo ideal es la doble protección, es decir, usar uno para evitar un embarazo no deseado y simultáneamente usar el de barrera, es decir, un preservativo, para disminuir el riesgo de infección por un germen de transmisión sexual, pareciera ser un tema repetitivo, pero hemos visto el aumento de las cifras en consulta y es necesaria la educación”.
Para el año 2019 la UNAIDS estimaba que en Venezuela la infección por VIH tiene una prevalencia en la población general de alrededor de 1 por cada 100 habitantes y que es superior al 5% en los grupos de población más vulnerable, que se consideran epidemiológicamente como más expuestos, a saber, hombres que tienen relaciones con hombres y trabajadoras sexuales.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día se registran cerca de un millón de nuevos casos de enfermedades de transmisión sexual (ETS) consideradas «curables». Eso se traduce en que cada año, a nivel global, se presentan 376 millones de nuevos casos de cuatro infecciones en particular (antes conocidas como enfermedades venéreas): chlamidia, gonorrea, tricomoniasis y sífilis.
De no usar ningún método anticonceptivo hay dos opciones, la píldora del día después la cual debe tomarse siempre antes de las 72 horas o la inserción de un dispositivo intrauterino, sólo que este último requiere ir a consulta con un ginecólogo. La ventaja de la T es su seguridad desde el momento de la inserción y que ofrece protección hasta incluso el quinto día después de la relación sin protección.
El dispositivo intrauterino se considera el mejor método de anticoncepción de emergencia y contrariamente a lo que se pensaba hace muchos años, no tiene contraindicaciones en mujeres que no han tenido hijos e incluso es un método de elección en adolescentes ya que garantiza protección anticonceptiva por mucho tiempo.
“Luego de que hemos asegurado las dos circunstancias, la prevención por el VIH y la de un embarazo no deseado, debemos tratar contra los gérmenes más frecuentes de transmisión sexual, por lo que indicamos tratamiento con antimicrobianos generalmente a dosis únicas. El antibiótico que elegimos y la duración dependerá de cada caso, por lo que es necesario consultar”, explica Mantellini.
Aprovechamos la consulta ginecológica para elegir un método anticonceptivo que evite que se repita esta situación a futuro. Para mayor información visita en redes @dramantellini.
Nota de Efrain Cruz @babuito.
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