El VPH es uno de los gérmenes de transmisión sexual “más frecuente en el mundo” y se considera el “factor necesario para el desarrollo de casi todos los cánceres de cuello uterino”. Existen 4 grandes pasos en el desarrollo de este: infección, persistencia, progresión e invasión.
“Todos los hombres y mujeres se infectan con vph al menos una vez en su vida luego de iniciar su vida sexual”, pero sólo una pequeña minoría de las mujeres infectadas desarrollarán lesiones premalignas y cáncer de cuello uterino.
La mayoría de las infecciones por vph son asintomáticas y se eliminan espontáneamente en un período de 2 años. Aquellas que persisten más allá de este tiempo son aquellas generalmente asociadas al desarrollo de lesiones premalignas.
La Ginecobstetra Carmen Mantellini explica que “si bien la infección persistente por el vph es un factor necesario en el desarrollo de un cáncer, existen otros que juegan un rol en la progresión”. Estos incluyen:
• Uso prolongado de anticonceptivos hormonales,
• Tabaco,
• Paridad,
• Coinfección por el virus de inmunodeficiencia humana
• Inmunosupresión
Una herramienta con la que se cuenta no sólo para reducir el impacto de la exposición a VPH, sino evitar la probabilidad de una infección persistente “es la vacunación de niñas, niños y adolescentes a partir de los 9 años de edad y antes de que inicien relaciones sexuales, luego la puesta al día en vacunación para todos aquellos jóvenes hasta los 26 años de edad”.
“A pesar que la vacuna está disponible desde hace más de 15 años, aún son muchas las trabas para lograr la cobertura, sobretodo la actual pandemia del Covid-19 que no solo detuvo los esquemas de vacunación sino el acceso a servicios preventivos de salud por lo que se han desarrollado estrategias de acuerdo a las condiciones de salud en cada país, entre ellas la vacunación en edades extendidas, esto es hasta los 55 años, intentando contener la propagación de la infección viral y ampliar entonces la llamada inmunidad de rebaño”, explica la Dra. Mantellini.
Lograr cumplir con las metas de eliminación de esta enfermedad, “no es tarea fácil”, ya que para esto se requiere 90% de cobertura de vacunación en niñas, 70% de acceso de mujeres a diagnóstico temprano y 90% de acceso al tratamiento en pacientes con diagnóstico de lesiones pre malignas o cáncer de cuello uterino, por lo que se requiere la reactivación de la vacunación, retomar las consultas de salud para poder diagnosticar a tiempo estas lesiones y con ello poder ofrecer el tratamiento adecuado y oportuno.
Para conocer más sobre este tema visita las redes sociales @Dramantellini.