Este domingo aterrizo exitosamente la mayor muestra jamás traída de un asteroide a la Tierra. Se trata de Bennu, cuyos extractos fueron dejados en Utah por la sonda Osiris-Rex, la cual concluyó su misión de siete años.
Amy Simon, científica de la NASA @nasa, destacó antes del aterrizaje que se trata de la «muestra más grande que hemos recuperado desde las rocas lunares del programa Apolo».
Pero ¿por qué es tan importante? En palabras del director de la NASA, Bill Nelson, explicó que ese material cósmico ayudará a los astrónomos a comprender de una mejor manera cómo se formó la Tierra y la vida en ella. Señala que las partes de Bennu brindarán una «visión extraordinaria» de hace 4.5 mil millones de años.
Simon, entre tanto, agregó: «La muestra de Bennu es mucho más grande, por lo que podremos hacer muchos más análisis».
Por su parte la directora de división de ciencia planetaria, Lori Glaze, comentó: «Serán un tesoro para el análisis científico en los años por venir».
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Daniel Brown, un astrónomo ajeno a la misión, reconoció que espera «grandes cosas» de la muestras del asteroide. Señala que con ellas, «estamos acercándonos a entender su composición química temprana», reseñó Telemundo.
«También la formación del agua y las moléculas en las que se basa la vida», precisó desde la Universidad Nottingham Trent.
La mayor parte de las piedras y polvo serán preservados para estudios futuros. El 25%, mientras tanto, se usará con inmediatez para experimentos; a su vez que una pequeña porción se les entregará a Japón y Canadá, socios de la NASA en la misión.
Se espera que el 11 de octubre, la agencia estadounidense dé un informe de los primeros resultados.
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