Aproximadamente un 15% de la población femenina padece pérdida involuntaria de orina
Aunque muchas no se atrevan a hablar de él, se trata de un síntoma más frecuente de lo que pensamos. Suele aparecer alrededor de la menopausia e incluso después de alcanzada. Pero, distinto a como algunas lo ven, no debe considerarse algo propio de la edad con lo que se aprende a vivir.
Las causas son muchas y muy variadas. En algunos casos, convergen muchas de ellas, por lo que es necesaria la consulta para ir entendiendo no solo la forma de aparición de esa pérdida de orina; también las probables causas que la producen.
Existen además tipos diferentes de incontinencia, que es el término que se utiliza, en medicina, cuando se pierde la orina sin querer. En algunos casos, se requieren estudios especiales para poder indicar tratamiento, los cuales son realizados por médicos urólogos.
Lo que sí es común a todos los tipos es esa pérdida involuntaria, que genera vergüenza, rabia, frustración y, en casos severos, incluso aislamiento social. Lo anterior en detrimento de la salud mental de quien la padece.
La ginecobstetra Carmen Mantellini habla sobre la que es más común:
“La incontinencia urinaria de esfuerzo es la pérdida de orina que se produce cuando tosemos, estornudamos, hacemos ejercicios con pesas, por ejemplo. A veces, la aparición no es todo el tiempo. La paciente suele contar que la pérdida se produce solo si había aguantado las ganas de orinar por mucho tiempo y, si no lo atiende a tiempo, empieza a modificar sus hábitos, yendo frecuentemente al baño a vaciar la vejiga, tomando poco líquido sobre todo cuando sale. Y estos hábitos pueden generar otros problemas a la salud no solo de la mujer, sino incluso de su vejiga”.
La causa principal son los embarazos y el parto, sobre todo cuando los niños alcanzan pesos cercanos o mayores a 4 kg (aun si el parto fue por cesárea). Mantener ese peso durante un tiempo, estira y perjudica los músculos y tejidos de sostén del suelo pélvico, lo que deriva en el prolapso o descenso de estos órganos a través del canal vaginal. Otras causas son la obesidad e incluso el sobrepeso, porque también generan mayor presión en esas estructuras.
“El estreñimiento -que se agrava con la deshidratación para dejar de orinar- puede generar un círculo vicioso de pujo y mayor prolapso de los órganos pelvianos que empeora la pérdida de orina. Otra causa frecuente es la tos crónica, común en los alérgicos y fumadores, que va sumando con cada tos mayor presión una y otra vez, lo que a la larga favorece el descenso de los órganos pelvianos, en el ya mencionado prolapso genital: la principal causa de incontinencia de esfuerzo”, comenta Mantellini.
Muchas de las veces se suman todas estas causas. Y es muy importante irlas mejorando, porque, aun con la existencia de procedimientos y/o cirugía para corregirla, si no se cambian hábitos como el cigarrillo, sobrepeso y estreñimiento, las probabilidades de que repita son muy altas.
Para conocer mucho más de este y otros temas de interés, visita las redes sociales de la doctora Mantellini (@Dramantellini).