Sam Altman @samaltman99, director ejecutivo de OpenAI y creador de ChatGPT, solicitó ante el Senado de EEUU regular la Inteligencia Artificial (IA). Afirmó que una decisión así será vital para restringir los riesgos que supone el uso de dicha tecnología.
«Creemos que la intervención regulatoria de los gobiernos será crucial para mitigar los riesgos de modelos cada vez más potentes», dijo.
Altman sostuvo que es fundamental «que la IA más potente se desarrolle con valores democráticos. Lo que significa que el liderazgo de Estados Unidos es determinante». Tales palabras las pronunció al testificar frente al Subcomité Judicial del Senado sobre Privacidad, Tecnología y Derecho.
Los gobiernos del mundo se encuentran bajo presión en la toma de medidas luego que ChatGPT llegara en noviembre pasado. Este es un robot conversacional que puede generar contenido idéntico al humano en cuestión de segundos.
Por su parte el senador Richard Blumenthal, presidente del subcomité, manifestó su comentario de apertura en torno a los peligros de la IA, escrito utilizando ChatGPT. Además, un software entrenado con su voz real leyó lo redactado, reseñó CNN.
«Si estuvieras escuchando desde casa, podrías haber pensado que esa voz era mía y las palabras mías. Pero de hecho, esa voz no era mía», exclamó.
«Las tecnologías de IA ya no son fantasías de ciencia ficción, son reales y presentes. Si esta tecnología sale mal, puede salir muy mal», advirtió.
«Daño significativo a la sociedad»
Los legisladores conversaron con Altman y otros expertos sobre lo necesario que es regular los sistemas informáticos. De lo contrario, podrían «destruir literalmente nuestras vidas», según la senadora Lindsey Graham.
El fundador de ChatGPT agregó que OpenAI se creó con la idea de que la Inteligencia Artificial «tiene el potencial de mejorar casi todos los aspectos de nuestras vidas, pero también crea serios riesgos».
«Uno de mis mayores temores es que nosotros, esta industria, esta tecnología, causemos un daño significativo a la sociedad», alertó.
Altman no ocultó su preocupación y siguió: «Si esta tecnología va por el camino equivocado, puede llegar bastante lejos. Y queremos trabajar con el gobierno para evitar que eso suceda».